¿Network Marketing en el Cuadrante D?
Actualizado: 7 sept 2020
Antes que nada, si esta es la primera entrada del blog que vas a leer, te comento que hace parte de una serie que busca introducir al lector en el tema de las Finanzas Personales, por lo cual, te invito a leer primero “Una Introducción a las Finanzas Personales desde El Cuadrante del Flujo del Dinero” para que puedas estar contextualizado y logres entender mejor lo que en adelante se te compartirá. Una vez hecho esto, te invito a retomar la lectura de esta entrada para que puedas seguir profundizando tus conocimientos en este apasionante mundo de las Finanzas Personales.
Como se definió en “Una Introducción a las Finanzas Personales desde El Cuadrante del Flujo del Dinero”, el Cuadrante D hace referencia a aquellos que “crea[n], posee[n] y controla[n] una empresa”.

En contraposición a los amigos del Cuadrante A, a los D les fascina la idea de delegar y, paradójicamente, les gusta rodearse de los A, debido a la experticia que los suele caracterizar en la materia que dominen.
Por tal motivo, el enfoque de los D debe estar en cultivar y en desarrollar el liderazgo, una habilidad blanda bastante escaza en nuestros días... El D debe ser un apasionado por trabajar con personas, además de ser efectivo en la conversión de grupos de trabajo en equipos con alta orientación al resultado.
Son varios los escenarios en los cuales se puede practicar esta habilidad, desde la familia hasta los altos cargos directivos se prestan para desplegarla, sin embargo, hay uno en particular en el que, sí estás dispuesto, puedes lograr un dominio realmente significativo, y sí, estoy hablando de las redes de mercadeo (en otra entrada hablaré a profundidad sobre este tema, diferenciándolas de conceptos tales como Pirámide, Multinivel, entre otros).
Uno de los objetivos principales de toda red de mercadeo es promover el consumo de sus productos usando el mejor canal en ventas, el voz a voz, por ende, lo que normalmente una empresa invertiría en mercadeo para dar a conocer su marca, lo invierte en sus networkers (personas que pertenecen y promueven una red de mercadeo), preparándolos en diversas habilidades como las comerciales y el liderazgo, con el fin de atraer y mantener en la red a la mayor cantidad de personas posible.
Es precisamente esto lo que se debe buscar y aprovechar de las redes (más allá de los estructurados planes de compensación que puedan ofrecer), la capacitación y puesta en práctica de las habilidades sociales y gerenciales que posteriormente se requerirán para liderar con fluidez cualquier empresa. Es importante destacar que esta formación suele ser de muy alta calidad y, en varios casos, logra cambios trascendentales en las personas que la reciben.
Otra razón para ingresar a una red es que ésta provee todo lo que un negocio debe tener a su networker, es decir, el networker no invierte ni un solo peso en la investigación y en el desarrollo de los productos, ni en la posterior producción y el transporte de los mismos durante toda la larga cadena de suministro que, en la mayoría de los casos, tiene un alcance internacional para llegar al consumidor final; así como tampoco en el material comercial y, por su puesto, mucho menos en el personal que sostiene tanto estratégica como operativamente todo el sistema; es decir, todo, absolutamente todo, va por cuenta de la empresa.
Si se comparan estas facilidades con todo lo que implica emprender una empresa desde cero, rápidamente se puede concluir que el Network Marketing es algo mucho más llevadero al no tener que realizar una inversión para adquirir capacidades como las mencionadas, así como tampoco se deberán asumir otros costos mensuales que conlleva tener una empresa como lo son la nómina, los impuestos, las instalaciones, los equipos, los materiales, entre otros.
Adicionalmente, algunos planes de compensación tienen reservados para sus más altos rangos una serie de reconocimientos que les permite ser partícipes de las utilidades de la empresa, por lo cual, de alguna forma se vuelven en parte los “dueños” de la misma. Aunque también se puede ser “dueño” con el solo hecho de tener un equipo de líderes cuyo trabajo sea tan bueno que vuelva innecesaria la presencia del líder principal.
Con lo anterior, solo quiero poner sobre la mesa otra alternativa para ser dueño de una empresa, a parte de la ruta que ya conocemos por medio del emprendimiento tradicional, sin tratar de menospreciarla. De hecho, será un objetivo de este blog el compartir contenido para impulsarla con la consciencia de que existen otras maneras de emprender de una forma más sencilla y directa.
Finalmente, un criterio que permite identificar un empresario D de un A, es que, si éste deja de asistir a la empresa por un largo periodo de tiempo, la empresa es capaz de mantenerse sin problemas. Si esto no es posible, probablemente el empresario sea un A que aún no ha logrado sistematizar del todo su empresa para que funcione sin su intervención.
La Pregunta Identificadora
He destinado este espacio para incluir una pregunta cerrada que determina sin duda si usted hace parte del Cuadrante tratado en esta entrada. En esta ocasión, la pregunta identificadora es:
¿Posee usted un sistema (una empresa, por ejemplo) que le genera ingresos recurrentemente y éste puede seguir funcionando sin usted indefinidamente?
Si es así, ¡felicitaciones! Con una alta probabilidad usted puede que ya sea libre financieramente y tal vez no se haya dado cuenta. Mi sugerencia en este caso sería poner la mira en tener otras fuentes de ingresos que te permitan diversificar el origen de tus ganancias, para ello pongo a tu disposición el servicio de "Asesoría en Opciones del Cuadrante I", el cual te garantizo que te resultará muy interesante si de ganancias de forma diversificada se trata.
Si tu respuesta fue negativa y estás decidido a entrar en este cuadrante, te recomiendo el revisar alguna red de mercadeo que más se ajuste a tus motivaciones e intereses como un preludio para desarrollar las habilidades que posteriormente necesitarás para gestionar tu emprendimiento. Si no estás muy familiarizado con este tema de las redes, pongo a tu disposición el servicio de “Asesoría en Opciones del Cuadrante D” para apoyarte en esta importante decisión y ahorrarte mucho tiempo y dinero evaluando las redes existentes y darte a conocer las principales entidades que apoyan el emprendimiento tradicional.
Bibliografía
Robert, K. (2001). El Cuadrante del Flujo de Dinero. Buenos Aires: Aguilar.